La playa de las flores.

Cuentan las gentes de un pequeño pueblo costero que hay una playa que solo es visible unos pocos días al año, cuando el sol está en su mayor esplendor. Pero solo disfruta del idílico paisaje el que conoce su existencia. Por el silencio y quietud que allí reina hace que brote cada año un grupo de flores al calor del sol y cuando la lluvia hace su aparición las flores y su magia se desvanecen junto con la playa.

Nadie sabe el origen de la leyenda de la playa de las flores, no hay información escrita en ningún libro y a pesar de eso todos la cuentan con la misma ilusión y sus ojos brillan porque en ellos se reflejan las imágenes que salen de sus palabras, al escucharlas se colocan en la retina y en el rincón de la ilusión y allí permanecen hasta el año siguiente.

Una noche no hace mucho, un anciano feliz de haber vivido tantos años me confesó que él una vez siendo niño se encontró un día jugando en una playa rodeado de flores, jugó entre caracolas y pétalos de rosas toda la tarde y cuando el cielo se pintó de rojo, de detrás de unas pequeñas dunas apareció una hermosa hada que le narró la fábula de la playa de los mil colores, pero con la condición de que la tendría que difundir solo a los humanos con la mente abierta a las fantasías. 

Mientras la hermosa hada vestida de verde se alejaba dejando sus huellas en la arena, aquel niño se creyó un dios ya que era el portador del secreto mas preciado del reino de las hadas.