Eternas amistades.

Fui el segundo en llegar a la casa donde me esperaban muy contentos dos adultos y dos cachorros de humanos, también había en una jaula muy chula un canario ruidoso y un poco asqueroso, pues tiraba su comida encima mío; el recinto donde me habían puesto la cama, (muy mullidita, por cierto) era muy luminoso y acogedor, pero yo prefería estar con los humanos…, me acariciaban y me paseaban todos los días, y eso que yo apenas sabia andar…, era muy pequeñito, me caía…,¡ como se reían por eso los humanos! me cogían en sus brazos y me daban besos…, ¡no les importaba que yo fuera un cachorrito de perro con pelos por todo el cuerpo! Ellos me besaban y me acariciaban a todas horas. También le hacían caricias con un dedito al canario de la pared, ¡que no paraba de cantar…! La Nena (así le llamaban a uno de los cachorros humanos), acercaba su cara a la jaula y el canario le daba piquitos… ¡¡bueno y a mí que!!? ¡Yo también le daba lametones…! Y también al Nené(el otro cachorro humano), ah, por cierto a mi me llamaban Kiko, y al canario Juanito, ¡…si ya…! A mí también me parecía raro pero…., yo no sabía nada de las costumbres humanas.
Estaba muy feliz en aquella casa, menos los domingos…, ¡¡que la Nena había decidido que me tenía que bañar…!!Buf… ¡que agobio! …Y después el secador, con el ruido que hacía y el aire tan fuerte… ¡lo odiaba! … Juanito se bañaba en su bañera… ¡y por cierto!... Decir que me ponía perdido de agua…, no sé que hacia allá arriba, pero todo lo tiraba encima de mí…
Un día un adulto trajo a casa un cachorrito de gato..,¡ con malas pulgas, por cierto!, nada mas verme se puso en plan amenaza…, ¡que ignoré…por educación!, en cuanto se me acercó con el lomo hacia arriba…¡le di un lametón en los morros…!, yo no sabía hacer otra cosa…, debió de gustarle porque lo repitió dos veces más, y yo le di dos lametones más…, los humanos nos miraban y se reían, ¡…nunca lo entendí…! Pero era agradable escucharles, tengo que decir que se reían por todo lo que hacíamos…, bueno, al menos eran felices.
Miki, (así le llamaban al cachorrito de gato) dormía conmigo en mi cama…, no es que me molestara, pero es que me daba mucho calor, nunca conseguí hacerle entender que no se me pegara tanto, que me asaba. Tengo que decir que Miki era un poco nervioso y cotilla, pues no paraba de mirar lo que hacía Juanito en su jaula, los humanos le daban muchos consejos a cerca del tema… ¡ yo no comprendía como podía gustarle más Juanito que yo!.
Nunca tuvimos ningún problema entre todos nosotros.
Mi vida fue plena…, ahora que estoy en mi paraíso particular, con Juanito y Miki, soy más feliz todavía…, pues la Nena no puede venir a bañarme…jijiji