Un corto viaje.

En una noche inquietante rara vez las cosas son lo que parecen.

 Llovía…, demasiado, y la descarga eléctrica la hizo desistir de volver andando a su casa, llamo a un taxi…, el numero 313, (le habían dicho en la centralita).

Salió a la calle. Volvió la cabeza y allí estaba, ¡eso era puntualidad!. Abrió la puerta y entro…, saludó y un rostro en completo silencio se volvió, ¡sintió un escalofrío! sin motivo aparente, pero esos ojos la inquietaron; el extraño taxista le preguntó el destino…, ella le dijo el nombre de  la calle y él giró la cabeza…, se quedó unos segundos pensando. ¡Tuvo la tentación de apearse, abandonó la idea ante la magnitud de la  tormenta! Y de todos modos pronto estaría en su casa y se olvidaría de esa mirada.

El aire cada vez era más fuerte, tan fuerte que le pareció ver que arrancaba la pintura del taxi.., ¡imposible! Sin duda era su imaginación, pero estaba muy intranquila allí dentro; procuró evadirse…, y casi lo consigue si no fuera porque no sabía dónde estaba…, jamás había visto esas callejuelas, no se atrevió a preguntar, no quería volver a ver esos ojos tan grandes y azul transparente, tan redondos y sin pestañas, puestos en una cara sin gestos… ¡le desagradaba!

¡Demasiada velocidad! Apenas distinguía nada…, tenía la sensación  de que el coche por dentro se iba alisando… ¡de hecho no había nada! Fijó su vista en la puerta, y… ¡no había puerta! Era una lámina…, sin asimilar lo que sus ojos veían intento buscar la manilla…¡¡mal hecho!! Él giró la cabeza y sin reducir la velocidad le envió algo parecido a un sonido comunicándole que por dentro no había puertas…. Estaba paralizada y sudaba al tiempo que sentía un frío infernal en sus huesos…, tiritaba, y se dio cuenta de que sus pies estaban  mojados…, los alzó y vio con asombro que sus botas estaban empapadas en algo rojizo, …algo como zumo de cereza, ¡pero no era a cereza a lo que olía!, se negó a pensar más, su cabeza estallaba…, cerró los ojos con la esperanza de volver a la realidad y fue cuando sintió una brisa helada en sus mejillas…., los abrió y en sus retinas se gravó esa sonrisa extraña y el brillo de esos ojos que los rayos reflejaban…

¡¡Fue lo último que vió…!!