Un parque encantado.

Desde su ventana veía el parque…, le encantaba la imagen que cada noche encontraba al regresar del trabajo, le gustaba la paz que le regalaba el aire y los colores dorados que las hojas reflejaban al ser iluminadas por las farolas, le gustaba pensar que era su parque encantado.

 Cada noche Paola salía a dar un largo paseo por entre sus centenarios arboles, renovar las energías y escuchar los silencios se le había hecho imprescindible; pero esa noche el silencio se había roto, a lo lejos se escuchaban unas lágrimas que apresuradas se estrellaban contra las hojas secas…, siguió su sonido y cuando se hizo ensordecedor, le vió… En el banco sentado se encontraba un hombre bajo la farola que triste le iluminaba sin poder hacer nada por aliviar su pena…, a su lado tenía una bolsa y al otro la soledad.

Paola se acercó despacio, temerosa de entrometerse en su mundo, pero no pudo ni quiso marcharse sin ofrecerle su ayuda. El hombre agradecido insistió en que no necesitaba nada, solo esperaba a alguien que volvería en cuanto se diera cuenta del vacío que había dejado atrás.

Pasaban los días, sin desistir de su empeño, paciente continuaba esperando. A Paola le llamaba la atención la bolsa, pues estaba cada vez estaba más abultada…, la curiosidad le pudo y le preguntó el motivo, el hombre con voz melancólica le dijo que era comida, que cuanto más tardara en regresar más hambre traería…..

…Hoy el banco estaba vacío…, sin poder evitarlo le buscó y al no encontrarlo pensó que tal vez quien se había ido de su lado habría regresado…

Se estaba quedando dormida cuando el timbre sonó…, aturdida se levantó y caminó hacia la puerta por la cual se había deslizado una nota que decía: “Querida amiga, él ha vuelto, y se ha traído a su familia, ahora que somos muchos quiero compartir contigo mi felicidad. Gracias por tu compañía cuando más la necesitaba.”.

Abrió la puerta y en una pequeña cesta se encontraba un cachorrillo que contento ladraba y la miraba….

…Y al otro lado de la calle, aquel parque que un día fue solitario, hoy se sentía especial…