Sesión fotográfica.

Ala lo que me faltaba en esta tarde de frío, ¡dos guiris y sus cámaras! Qué vida…

Chick, chick, chick… Chick, chick, chick.

Buenoo que no acaban, al final tendré que poner poses a ver si se van de una vez, me están levantando dolor de cabeza.

Chick, chick, chick… 

Por fin se largan, parece que les gustaba más la foto con el mar de fondo. Y ahora se marchan las dos contentas a sacar alguna panorámica de las olas ¡qué pena que no hubiera alguna ballena perdida y se las comiera, estoy de los turistas hasta las orejas, todo el verano aguantándoles y ahora que creía recobrar la paz, llegan las rezagadas éstas a tocar la moral!

Ay que bien, mi amo me viene a buscar a la paz de mi establo…¡¡No!!  ¡No me lo puedo creer! Han vuelto… Señor, que paciencia.

A posar otra vez, y ahora tendré que lucirme porque le han pedido a mi amo permiso para la sesión fotográfica, él todo orgulloso se lo ha concedido, y además me sujeta las bridas para que las exploradoras con ademanes de profesionales disparen sus cámaras.¡ ¡Que no me río porque no se me da bien!!, pero el espectáculo visto desde mi posición es para partirse.

 Creo que ya están satisfechas, sin tiempo no era que me estoy helando. 

¡Se van! A ver si hay suerte y se pierden en algún país de Júpiter haciendo turismo rural...