Surcando los mares.

La foto es de …Mar azul de Málaga… por Jose...
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Con paso firme recorrí el trayecto que había entre el pasado y el futuro, un pequeño sentimiento de nostalgia hizo que me volviera un momento para despedirme del presente…, las lejanas luces de las farolas me decían adiós con un pequeño tintineo al ser movidas por una ligera brisa marina, que quise pensar que era un guiño por mi sabia decisión…; anochecía, casi no se veía, sin embargo mi sentido de la orientación percibía cualquier obstáculo que en el desgastado muelle pudiera haber, porque hoy mi cuerpo flotaba y mi mente volaba, no había nada que me hiciera retroceder.
Alcancé ese velero que tantos años llevara amarrado en el mismo puerto,… ¡en el mismo pueblo que yo!,… de hecho los dos habíamos permanecido anclados sin darnos cuenta. ¡Pero hoy navegaríamos de nuevo!,¡hoy romperíamos olas con su fuerza y mis ganas!,… hoy era el primer día de una nueva vida.
Solté amarras…, aguanté la respiración para no sentir el aroma del pueblo, ni el reproche de alguna gente,…de nuevo le tocó al valor hacer su trabajo…, y también tiré de las sogas que ataban mi corazón al cariño de caras queridas que se quedaban y las arrojé al mar lo más lejos que pude, las vi hundirse!¡ Se apoderó de mi una sensación de libertad!,…Sentí alivio.
El mar en calma, era presagio de que iba en buena dirección, no llevaba brújula, no la necesitaba, tan solo tenía que alzar la vista para ver como las estrellas fugaces dejaban su estela con tu dirección, la luna se dejaba ver con una dulce sonrisa…, ella también me entendía…
…Y mi recuerdo me lleva al primer instante en que te vi…
…Se esperaba un barco con unos 20 marineros, que se quedarían una semana, era un acontecimiento deseado, al fin y al cabo el pueblo vivía del mar; para mí significó una semana de trabajo, e inquieta detrás del mostrador de recepción estaba impaciente por empezar.
El sol del ocaso me metía por la puerta y creaba una postal al paso de cada marinero que la atravesaba.
Anotando…, explicando…, tomando datos…, la mañana transcurrió monótona hasta que al levantar la vista te vi…tus ojos brillaban aunque tu rostro reflejara tristeza,... por tu piel se podían observar caminos que no habían sido muy sencillos, mientras tu voz me daba los datos el tono me decía que no esperabas nada…, porque nada pedirías, tal vez porque siempre todo te lo habían negado, porque jamás nadie había mirado hacia tu interior.
¡¡Eras distinto a ellos… sí!!...Pero yo te vi único, en ese mismo instante mientras Cupido hacia su trabajo, yo había decidido estar contigo el resto de mi vida…
Casi nadie en el pueblo lo entendió…,¡¡ sólo porque no eras como los demás!!, ¡no entendían que era precisamente por eso, porque eras distinto a todos o tal vez porque éramos iguales yo había decidido seguirte al otro lado del mundo…