Cerrar los ojos con fuerza enrollarse en sí misma y llorar en silencio pero con todas sus fuerzas, era lo que cada noche de su corta vida hacía hasta que las riñas de sus padres terminaban, pero no se podía confiar y no podía dejar de llorar, ya que había noches que parecía que ya habían terminado y después de un espeso silencio los gritos volvían de nuevo…
Su cabeza estallaba... ¡no quería escuchar! No soportaba saber que la culpable de todo era ella, por su culpa sus padres tenían que trabajar más, si ella no existiera habría menos gastos y además su madre no la tendría que cuidar y disfrutaría mas de su propia vida.
La pequeña intentaba pasar desapercibida y no molestar. No pedía nada y no se quejaba jamás pues deseaba hasta la desesperación que sus padres no discutieran por su causa.
Había días hermosos, esos días que venían visitas a casa… ¡que felices eran todos! Sus padres no discutían, se reían juntos y hablaban de lo bonita que era la pequeña y que buena..., les contaban orgullosos a sus amigos; la niña desbordaba alegría, aprendió muy pronto a disfrutar de esos pequeños momentos ya que la noche traía consigo la realidad.
Esa noche los gritos le dejaban sorda, metida debajo de las mantas y llorando más fuerte que nunca no conseguía deshacerse de las palabras que llegaban a sus oídos, se enrosco más y más…, se durmió y decidió no despertar.
En su pequeña nube espera a que crezcan sus alas de ángel. Por las noches escucha los reproches de los que fueron sus padres, culpándose el uno al otro del fatal desenlace de su pequeña…, nada había cambiado.
Ella seguía siendo la culpable de sus discusiones…
22 comentarios:
desde luego que si que es angustioso...
cuanta tristeza y angustia al leerte Campoazul.
Besos mil
Es una historia que se repite más de lo que sabemos; me gustaría decir que es por ignorancia en la comunicación entre padres y de padres a hijos (para que no se sientan culpable) pero sé que hay también intereses y desidia de por medio. Un gran abrazo, un tema doloroso
La verdad es que estas historias no es sólo lo malo de esa edad, y de que esté sufriendo en ese momento concreto, es que sé por mi profesión, como marcan para toda la vida esas experiencias... y dejan una huella, donde la persona se vé disminuida para siempre... en muchos sentidos, emocionales, físicos, cognitivos..
Me ha gustado mucho por que de verdad llega..
Un beso querida amiga
Triste, angustioso y ¡precioso relato!. Cuántas veces la falta de comunicación, entre padres e hijos o entre parejas, hace que se adopten decisiones erróneas.
¡Felicidades porque me atrapaste!.
Un beso muy fuerte.
Hola Campo Azul, si te apetece que en mi nuevo blog el Halcón de Leonor, pueblique con tu nombre y tu dirección de blog, alguno de tus textos, me lo dices,me dices cual y lo hacemos.
Un beso será un placer para mi.
Esa es la lástima, que muchas veces los niños se consideran culpables. Una historia muy triste muy bien narrada
Claro, me encanta, es fenomenal. Casi como siempre. Lo malo es que planteas un problema latente que creo que no nos ha estallado todavía en las narices. Las victimas inocentes de toda la violencia domestica, o machista, o como carajo se llame. Me es difícil imaginar que los niños que viven la violencia de sus padres puedan tener un desarrollo normal. Y duele.
Un beso
Que fue esto?
lo sintieron los demás?
no se pero si se que lo viví yo estuve ahí mientras veía la niña, solo que ese final no lo quise y compartí otro con ella.
Lo siento si daño tu final para mi pero vivimos otro mejor!!!
la entrada estuvo genial una de las mejores que he leído!!!
por cierto para quienes se quieran dar una pasadita por mi blog es :
lineassuaves.blogspot.com
Estrella para mi será un honor que pongas alguno de mis textos en tu nuevo blog, puedes elegir tu el que quieras y cuando quieras yo estaré encantadísima, y el placer será mío. Muchas gracias y mil besitos.
P.D. "el Halcón de Leonor", curioso nombre que le has puesto a tu bonito blog..., me gusta
También somos responsables de las decisiones e indecisiones..
Besos decididos
Hay que pasar páginas...
Besicos
Una historia triste, pero muy bien descrita y bella literariamente. Un beso.
Relato lleno de tristeza y culpabilidad. Supongo que todos nos sentimos un poco culpables por haber hecho algo que ahora lamentamos.
Vaya, una historia como esta llega un poquito más dentro cuando tienes dos niños. Y también porque esas sensaciones están tan bien contadas que uno parece estar ahí. supongo que hay demasiados padres así... de esos que anteponen su orgullo a lo que vean o sientan sus hijos. También supongo que la mayoría se acaban arrepintiendo de sus gritos.
En fin,no todas las buenas historias tienen que acabar bien...
besucos
me llego demasiado adentro...esta muy bien relatada ...y en verdad si pareciera que uno estuviera viviendo esa experiencia y ver a la niña....wwaaoo...es algo muy triste que hace que una persona reflexione sobre lo que esta pasando hoy en día...muchas felicidades....
Mala vida le están dando. Mala vida.
Maldito egoismo que paga el más débil y el menos culpable.
Un beso
Tiene que ser terrible que los niños se sientan culpables de las desavenencias de los padres. Una entrada muy humana y muy ben escrita.
Feliz fin de semana.
Un abrazo.
Me has dejado el corazón encogido, Campoazul. Tremenda historia.
Besos.
Me dolieron esas lágrimas de niña, que no tendrían que ser, hay demasiados mayores irresponsables. Saludos
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios, ya que sigo sin tiempo material para contestaros uno a uno de nuevo lo hare en conjunto.
Verdaderamente es una lástima que haya padres que no se den cuenta de que todas sus palabras buenas y malas son escuchadas y analizadas por los niños, que además sufren todas las consecuencias con un dolor infinito ya que se consideran culpables por el mero hecho de escuchar su nombre, se sienten de mas…¡horrible!
Las historias estas no siempre acaban de esta manera, pero los niños las sufren toda la vida, jamás las olvidan…
Besos y abrazos a todos con sincero cariño, Gracias por venir…, por estar aquí.
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