Mi tesoro perdido.

Despertó sobresaltado, echaba en falta algo…, lo buscó desesperadamente por la cama y no lo encontró, se bajo de ella…, al tiempo que se giraba y agradecía que por fin le hubieran sacado de esa celda donde antes pasaba sus noches y parte del día, de seguir allí, ahora no sería posible que él pudiera buscar su ansiado tesoro. Salió de la habitación sigiloso, no quería que le descubrieran, ¡ella estaba allí…! oía su voz alta procedente de la cocina, seguramente estarían cenando y con una animada conversación, ¡no lo entendía! Jamás comprendería que sus familiares la dejasen entrar en su hogar, porque cuando venia siempre le hacía daño sin la mínima consideración, era sin duda una sádica consentida. ¡¡No la soportaba!! Fue a oscuras por el pasillo, sin dejarse ver ni sentir…, se metió en el salón..., también había voces pero estas venían del televisor, lo habían dejado encendido, miró la pantalla al escuchar esas quejas desesperadas….¡¡Increíble!! ¡¡Eso era una película de caníbales!!  Ese hombre se la estaba comiendo a mordiscos, y ella se retorcía y gemía de dolor…. ¿Pero qué clase de gente había en ésta casa? Se giro apresurado a buscar su tesoro e irse de allí… ¡no lo encontró!, se estaba poniendo nervioso con la chica gritando y él que no lo localizaba, en uno de esos desesperados movimientos tropezó con un jarrón que cayó al suelo con un gran estruendo….

¡¡sin duda la había cagado!!

Por la puerta entraron corriendo sus padres, su madre le cogió en brazos con ternura y entre risas mirando al televisor le dijo a su padre que no eran horas de ninguna “atracción fatal”…, que lo aparara.

 Detrás estaba ella….¡¡mirándole sonriente!!

--Cariño mío ¿Qué hacías aquí tu solito? ¿Has perdido el chupete otra vez? Yo te lo doy…., mándale un besito a papi y otro a la tía, la doctora más guapa que mi bebe ha tenido nunca…

Le mandó ese besito, no fuera a ser que de nuevo le pinchara el culo, con la disculpa de curarle…