Tu vida en mí.

El agua de la ducha intentaba en vano llevarse consigo los recuerdos y con ellos tus besos tatuados en mi piel…, el vapor nublaba toda la estancia y sin embargo en mi cabeza existía una claridad que deslumbraba mis retinas.

Me dejo llevar por la senda del tiempo…, ese tiempo que hemos compartido, esa historia que apenas había empezado y ya tenía fecha de caducidad…, y aun así, sabiéndolo ambos no quisimos perdernos ese lapsus en la vida que el azar nos había regalado, ¡estaba escrito y no quisimos borrarlo!

Las horas se hacen pequeñas cuanto más grandes son los sentimientos, se dice que el tiempo vuela solo en los buenos momentos… ¡y así fue! Y desde lo alto nos vimos subiendo grandes montañas sin esfuerzo alguno, buceando en los más profundos mares sin necesidad de respirar, fundirnos en un eterno abrazo sin ninguna intención de separarnos...

 ¡Era real!

 Durante esos meses el mundo fue perfecto, el sol brillaba en su justa medida y el agua brotaba cuando era necesaria…, era todo tan real, que dolía soñar.

…Y ya no estás…

 Ahora no sé cómo seguir…, porque no te ha dado tiempo a explicarme como he de vivir sin ti…