La observaba… ¡le resultaba tan familiar!, jamás la había visto pero la conocía…
…Pidió otro té, ¡y ya iban tres! No quería irse, la curiosidad no se lo permitía, necesitaba saber porque conocía tan bien a una desconocida.
No podía pensar con claridad, la mujer no le daba tregua…, cuando levantaba la vista…, sus ojos estaban clavados en ella, sin pestañear, segura de sí misma…, a veces la notaba ligeramente preocupada…,¡ a saber !¡Lo mismo la preocupación era mutua, y sería lógico, es posible que ya se hubieran visto antes,¡ el mundo era pequeño ¡, en cuantos sitios más habrían coincidido y no se habían llamado la atención…, ¡¡hasta hoy!! En aquella cafetería medio vacía…, una enfrente de otra…, aunque en mesas alejadas, pero sin obstáculos por el medio que pudiera ocultar ese rostro tan familiar….
Pidió al camarero un agua la verdad es que tantos tés ya la estaban poniendo nerviosa. Se disponía a tomarse su agua fresca cuando al alzar la vista se quedo de piedra… ¡la desconocida también había pedido agua! ¿Pero que pretendía? Sinceramente la estaba empezando a cargar, ya ni curiosidad sentía, la estaba toreando descaradamente…, decidió que había que actuar, la situación la superaba…, llamó al camarero…, ella era clienta habitual de la cafetería, antes de las reformas venia prácticamente todos los días, y eso pretendía seguirá haciendo siempre y cuando nadie la incordiara…
Cuando el camarero le pregunto que deseaba con el respeto que acostumbraba, ella con recelo y bajando un poco la voz le hizo saber solo deseaba saber quien era la señora de la mesa del fondo, que no paraba de mirarla y empezaba a molestarla…, el camarero miró en dirección a la última mesa, y se quedo sorprendido, ¡muy sorprendido!, después de unos segundo de indecisión se volvió de nuevo hacia la amable y buena señora, y con una gran sonrisa le dijo con amabilidad y cariño :”huy señora Engracia que casi me hace picar, mire que es usted graciosilla, ¡eh! Por su simpatía hoy la invito yo a la consumición.” Y se alejo con una discreta sonrisa…
No se lo podía creer, las reformas habían cambiado no solo el aspecto de la cafetería sino también el sentido común del servicio.
La situación la desbordaba, de modo que sin pensárselo mas, se levantó…, recogió el bolso y la chaqueta y se dirigió al fondo de la cafetería…, ¡bueno casi al fondo…!, porque de camino y dirigiendo a ella con paso firme también venia la desconocida, se iban acercando sin inmutarse cuando un golpe seco rompió la paz del local. La señora Engracia estaba tirada en el suelo con un moretón en la frente y tocándose la nariz, sin alcanzar a comprender nada…, los dos camareros corrían a su encuentro preocupados por tal acontecimiento...
…Y pensando:
“¡¡Desde luego ese espejo en la pared del fondo no había sido muy buena idea!! …ya era la segunda persona esta semana que se golpeaba con el…”
28 comentarios:
Jajaja. Casi me pasa el otro día en el servicio de un bar de Jaca. Me preguntaba por qué tenía dos lavabos. Hasta que me vi al otro lado, claro.
Hay que tener mucho cuidado con las reformas. Y mucho más con las mujeres observadoras, claro.
Besos.
Me encantan tus historias. Siempre nos sorprendes con el final.
Besos
Me encantó tu relato lleno de comicidad pero también de una gran profundidad.
Qué difícil es reconocernos. Nadie nos conoce, ni nosotros mismos en algunas situaciones.
Miles de bravos, preciosa.
Muackisssss
Seguro que era té?
Besos en taza
Hola amiga muy bueno tu relato
hay ese espejo jejejeje siempre
logras imprecionarme en los
parrafos ultimos que bien escribes
con muchisima imaginacion me encanta leerte.
Un fuerte abrazo besos que
tengas un feliz comienzo de semana...
Espero que en mis reformas no ocurra nada parecido porque la azotea está alta y el golpe puede ser tremendo. jajajajaa.
Hola amiga. De nuevo vengo para apreciar el encanto que muestras en tus narraciones y el sentido que lo envuelve. Tus ocurrencias son maravillosas y gustan. No cambies amiga es un placer llegar a tus relatos y sentir la belleza de las palabras . besos mi amiga
Tu ríete, pero anda que me he acordado de una vez que fui a salir de una tinda y me metí por el escaparate... vaya tortazo me metí!!
jajajajajajaj
Besicos
Jajajjajajajja me encanta, me encanta. A mí lo que me pasó fue cortarme el pelo, (lo tenía por larguísimo, con coleta y todo) y no me reconocía ni delante del espejo…
Bien por un buen momento. Una vez, en Moscú, abrí una puerta y olvidé el sistema de doble puerta que tienen (o tenían) durante el invierno, abrí la primera y entre disparado porque no aguantaba el frío, pegué duro con la puerta segunda, como 5 minutos duré con mi batería cerebral apagada.
Muy buena la entrada. He aquí una persona que no se reconocía cuando se veia en un espejo. Sorprendente final.
Un saludo.
Seguro que fue el tercer té, después de la resaca de una noche de fiesta.
Saludos.
jajaja, gracioso el final. Creo que si nos mostraran un espejo que reflejara nuestra verdadera esencia, de lo que estamos hechos, que somos, más de uno no se reconocería.
Besos desde el fin del mundo!
Ja ja ja... Desde luego, la señora tenía un poco de manía persecutoria; en parte, le está bien empleado
jajajaja ¿pero cuánto tiempo llevaba la pobre mujer sin mirarse en un espejo?
Abrazos...
No sería alzheimer??? ajajjajaa
Qué bueno campoazul. Es que los espejos es lo que tiene. Que a veces nos encanta lo que refleja y otras veces ni nos reconocemos. Leyéndote me han dado ganas de entrar en una de esas atracciones de feria llena de espejos diferentes.
Me sacaste una sonrisa. Me gusta los mundos que creas y sus personajes.
Yo una vez hice coincidir a dos personas en una cafetería...a ver que te parece
http://estarlocosoloporloco.blogspot.com/2010/05/aeropuerto.html
jajajajajajajajaajajajajajaaja, qué bacano este post, jajajajajaja lo disfruté mucho.
besos
hi
Çok güzel site.:))
hermoso, lindo, muy hermoso muito lindo, esos dos puntos que se tejen formando ese divino final, muy linda elaboración, me encanto, me agrado.
texto hermoso
¡Hola!
Mirarse sin verse es demasiado habitual.
Muy bueno el relato.
Saludos de J.M. Ojeda
hermosas letras, un encanto...
Hola amiga te dejo un saludo
que pases un feliz fin de semana.
Un fuerte abrazo besos
Jejejejje.... lo pillé casi desde el principio, y sabes, es que a mi me ha pasado, en un pub muy a oscuras mirando a alguien que me miraba desde la penumbra, puse la escusa de ir al baño y me di cuenta cuando vi que al levantarme se levantó también.... jajjaja.
Lo cuentas genial. Tienes un arte.
Un abrazo.
Con nube por favor...
Saludos y un abrazo.
Ojala pudiese decirte quien es ?, pero mi media naranja aun no llegó a mi para saborear su jugo maravilloso.
besos amiga.
vengo por más...
Gracias a vos hermosa!
Hola Juanjo,…daría algo por verte dudar a que lavabo ir, no sé porque me rio ¡si a mi también me paso lo mismo! ¿No sería el mismo bar…?
Besos.
Hola María, eso es lo que pretendo, aunque tengo que reconocer que no siempre lo consigo.
Besos.
Hola Emibel, ¡cierto! Hay ocasiones que nos sorprendemos a nosotros mismos haciendo o diciendo algo que juramos y rejuramos que jamás haríamos. Gracias…
Besos.
Hola Hyku,….a saber! Y lo mismo no estaba hecho con agua….
Besos.
Hola Silencio, ¡espero que no ¡hombre yo supongo que no le habrás puesto espejos a la azotea… ¿o sí? Gracias por tus palabras.
Besos.
Hola Belén, ¿y no lo tendrás gravado? ¡Que conste que a mi también me paso alguna vez, pero no lo cuento… (bueno, a veces si) jajajaja
Besos.
Hola Pau, jajaja, eso creo que nos paso a todos, yo también cuando me lo corte por primera vez, me vi en un espejo y pese: caray como se parece esa tía a mi…jajaja
Besos.
Hola Wílliam Venegas, claro… ¡y tampoco lo tendrás gravado! Con la ilusión que me hacía verte intentando saber que había pasado…
Besos.
Hola Disancor, es que la pobre mujer entre que estaba lejos y que se había tomado tantos tés…, y también esta el no tener otra cosa que hacer, claro está.
Besos.
Hola Supermendo, no me extrañaría nadita, es que ahora los tés los hacen muy fuertes…, fuertísimos, jajaja
Besos.
Hola Wílliam, huy mejor que no se refleje, nos quedaríamos muy sorprendidos y asombrados.
Besos.
Hola Miguel, si…, y el no tener nada mejor que hacer también hace mucho, y el aburrimiento, en fin…esas cosas.
Besos.
Hola Ayshane, pues no sé, pero parece que de lejos mucho, a saber, gracias por venir…
Besos.
Hola Dudu, posiblemente, todo vale…, y si las juntamos todas ya tenemos un buen coctel…
Besos.
Hola Prometeo, a mi me daban un poco de agobio las atracciones de espejos, es que eso de no ver la salida yo lo llevo muy mal. Me leeré tu relato y ya te contare…., siento lo haberlo hecho antes, pero ando muy liada.
Besos.
Hola Reltih, me alegro que lo hayas disfrutado tanto, ¡¡menuda carcajada…!!
Besos.
Hola Mustafa, gracias por pasarte por aquí, espero te haya gustado.
Besos.
Hola Matías, gracias por tus palabras tan bonitas para mi relato, me agrada que te haya gustado.
Besos.
Hola J.M., pues tienes toda la razón,… ¡y cuantas veces lo hacemos! Solo nos vemos si nos agrada lo que miramos.
Besos.
Hola amigo, (no sé cómo llamarte, lo siento), gracias…, las palabras hermosas son tuyas hacia mi relato.
Besos.
Hola Jose, Gracias y espero que también haya sido un gran fin de semana para ti…
Besos.
Hola Emilio, ¡eso no vale! Con el trabajo que pase para que no lo pillarais y vas tú y a la primera, jajaja, pero si te paso lo mismo es normal, no se lo cuentes a nadie pero casi lo mismo me paso a mi también, es que la penumbra… ¡es la penumbra! :)
Besos.
Hola Hiperión,¡ si eso…,! un por encima con nubes para liarla más…jajaja
Besos.
Hola Silencio, no te impacientes que las medias naranjas siempre llegan, lo malo es que a veces vienen con cascara y todo, jajaja, (es una bromita, no te enfades).
Besos.
Hola amigo, (sigo sin saber cómo llamarte, jajá) ya he puesto más, espero que te guste, muchas gracias por venir, me hizo ilusión….
Besos.
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