La vida contigo.

Hoy era el día,… el ansiado día….
Un año había pasado desde aquella llamada de teléfono equivocada, esa confusión, esas risas que no habían tardado en llegar, esos chistes que se habían contado y esa despedida con la promesa de que mañana le volvería a llamar…, pero esta vez no sería por equivocación!
Y llegó mañana y hablaron de ellos, de sus sueños e inquietudes, de sus deseos…
Pasaron al correo electrónico…, se mandaron fotos y se gustaron un poco más, el amor ya estaba instalado en sus vidas, ahora aparte de la voz también se conocían las caras…
En un mes, los dos necesitaban lo mismo… ¡el uno del otro!
Los regalos llegaron a medida que las celebraciones fueron pasando…, empezaron con flores, después obsequios personales (la ocasión lo requería), entre ramos de flores y detalles gravados con corazones pasaban los meses y crecía el deseo de verse en persona…, de tocarse, de sentir sus cuerpos unidos pues sus almas ya gozaban de ese placer.
Los trabajos y las obligaciones familiares es lo que les estaba impidiendo estar juntos…, ¡que difícil era esa forma de vida! ¡Sentirse unidos hasta la medula y sin embargo estar a cientos de kilómetros!
La webcam les estaba haciendo un poco más llevadera esa separación que rozaba la desesperación, al menos mientras hablaban podían verse las caras y las expresiones, se admiraban las sonrisas y cada uno adoraba ese gesto simpático y dulce que se dedicaban cada noche, también se mostraban esas preocupaciones cuando intentaban que las cosas fueran más fáciles y sin tantas trabas para poder estar juntos…
…Ambos estaban casados…, con hijos y suegras y suegros…, y tirando del lastre y los remordimientos se habían dado cuenta que eran almas gemelas; aunque querían mucho a sus respectivas parejas, no se parecía en nada a lo que sentían el uno por el otro ¡que complicado…! ¡Romper reglas, pisar costumbres…, lo más difícil…, conseguir que la familia y el entorno les entendiera…, no eran los primeros, y tampoco los últimos…, el amor no entiende de razones cuando el que decide es el corazón…
Lo habían sopesado todo y se decidieron…
Lo difícil fue explicárselo a sus respectivos hijos, pero al final lo habían comprendido mejor que sus mujeres; sus familias lo llevaban fatal, y en los trabajos un poco mas de los mismo, las amistades unas bien (aparentemente), otras con tanta hipocresía que rozaba la envida, por ver tanto amor que seguramente ellos jamás habían sentido en la vida…, ¡ya estaba hecho, no había marcha atrás…! el futuro era para los dos.
El avión aterrizaba en el aeropuerto…
...Unidos en un eterno abrazo radiaban una luz del color de la felicidad, ¡imposible pasar desapercibida! Había nacido para brillar eternamente…